"Yo siempre seré un hombre de palabras.
Más que un hombre pájaro."
Jim Morrison
Deja vagar
Tus sueños
A la luz de la luna.
Deja desangrar
Tus pasos perdidos
Sobre las esquirlas de esa ventana de tus sueños
Que se trizaron al despertar de un día
Cuando se atraparon a todos los pájaros del mundo
Cuando se les extravió las alas
Y se les amputó el canto.
No hay nada que puedas hacer ahora,
Has dejado correr las olas
Desbordando la pintura del baño
Derramando sus azules destellos
Sobre las lágrimas de todos los retretes.
Has dejado que la sal de la tarde
Sea lamida por los seres alados que pueblan tu cabeza,
Y que beben entre eructos,
Una cerveza caliente,
Y tragos breves de Jack Daniels y otras marcas de bourbon que ya no recuerdas,
Mientras enciendes una nueva colilla de cigarrillo
Con las falanges de tus dedos descarnados.
Pero, qué te queda,
Sino la noche,
Noche,
Noche caliente,
Que proyecta su sombra
En tu propia tristeza,
Como cuando la lumbre del hogar,
Salpica tu viejo gabán de luces y guirnaldas,
En medio de las horas que dejan escapar
La breve enseña de tu soledad.