DESVARIO
No sabes
Cuándo ni cuánto,
No sabes
De qué manera
Intensamente como cuando estalla un planeta
O se origina el desastre más terreno,
De la manera inusitada
Como surge en el cielo
La amenaza que viene del espacio,
Así me siento yo
Cada vez que
Aun con los ojos de la imaginación
Pienso en un instante sin ti
Pienso que tal vez no tomare tus manos
O
Que mi vida se resigna a caminar solo por las calles
O a tomarme un café con tu sombre adosada en la pequeña sala
A platicar sobre cine de Almodóvar, los impresionistas, el último libro de Andrés Newman,
Y que bien que está cantando Norah Jones junto a Bob Dylan,
Me desvestiré solo, acompañado de mi deseo, que se quita la ropa más rápido que yo,
Me acostare en la cama fría, las sabanas heladas, los pies entumecidos,
Mis rodillas sangrantes, mi sexo limpio pero necesitado,
Mi corazón desollado sobre un plato aun latiendo,
La obertura de mi pecho sinfónico,
Apenas regalando sus últimos espasmos.
Cuando temo el vacio,
Cuanto el mar bronco,
La agonía hiriente del silencio,
La voraz arremetida de la pena,
La tristeza que se derrama veloz como una herida abierta como una rosa.
Vuelvo a pensar en ti,
Y loco de pasión
Me duermo,
Un regimiento inglés
Marcha sincopado,
Por las calles adoquinadas de Dublín,
Y empieza nuevamente la resistencia,
Nuevamente siento las esquirlas de dolor
Dentro de mí,
Pero no importa
Me batiré solo
Nuevamente
Pues mi vida siempre ha sido una batalla
Donde solitario
Entre el humo azul de la metralla
Siempre he dado la cara
Aunque me quede solo en medio de las nubes,
Mi mano firme sobre el timón de mi pequeño caza,
Soportando el intenso castigo de las naves enemigas,
Vaciando mis cargas de los cañones hacia lo alto,
Decidiendo mi vida
Sobre el cielo herido de Derry
Sintiendo el dolor de mi patria intensa
Cantando The Soldier Song
Disparando ciego
Mi alma en trozos
De tristeza
Enrumbare mis alas
Hacia el mar,
Allí donde deje enterrado
Mi destino.
MI VIAJE
Soy Ulises,
Barbado y legendario navegante,
Que surca todos los mares con su furia
Para terminar a dar con todos sus huesos, menos uno,
En la cárcel más oscura de su Ítaca.
Soy Simbad, marino cruel y buscapleitos
Atesorando siempre mí destino,
Mis naves siempre llenas van de oro y gemas,
Pero vacio siempre de aquello tan simple
Que se pueda asir con un abrazo.
Nemo, solitario y melancólico,
Oculto entre las sombras del océano,
Su viaje inacabado bajo las aguas,
Forzando al Nautilius de polo a polo,
Buscando infructuosamente
Lo que jamás ha de hallar.
Soy quien soy,
Marinero en tierra,
Capitán degradado,
Simple grumete,
Corto Maltés
Imaginario,
Risueño a veces
Triste la mayor de las veces,
Jean Arthur Rimbaud en juventud,
Armándome un pito con rastrojos de tabaco
Bebiendo del gollete roto
Ajenjo o ron
Llenando el gaznate con fuego.
Soy quien soy
Quien no se detiene jamás ante el infortunio,
Quien no encuentra el descanso
Ni el sueño,
Ni el placer,
Hasta verle cercana,
Mi verde isla
Mi puerto amado
Mi ciudad eterna
Mi luz inmarcesible
Mi huerto de amor
Mi amada que se deja esperar
Aun cuando no acaba de llegar,
Pero que me trastoca en la marmita de los deseos,
Para hacerme de si esclavo, súbdito y soberano,
Reo contumaz, desterrado y famélico,
Rufián, malandrín, bandolero y forajido,
Magnánimo guerrero,
Desigual poeta,
Amante leal,
Enamorado de siempre,
Refugio que aguarda estoico
Su regreso.
Eres solo la brisa
Que sopla siempre en dirección al norte,
Infla mis velas,
Lleva mi proa ligera
Para luchar contra el mar encrespado,
Madera versus elemento
Hierro contra el rayo,
Velamen de recia tela,
Alquitrán que sella toda fisura,
Mi nave resiste el embate de las olas,
Desafía la inmensidad del océano,
Arremete,
Enfila
Ariete,
Duro espolón que horada,
Viento cautivo,
En una botella de mar,
Brazo partido
Tatuaje oriental a flor de piel
Cuchillada náutica,
Orificio de bala de cañón
Estruendo mudo
Infernal crepitación,
Nada puede reemplazar
La brisa que de ti viene
El aire vital que de ti bebo,
Parto al amanecer
En la playa han quedado nuestros restos de amor,
Del puerto solo atisbo
Las astillas increíbles de la nave siniestrada,
Vuelvo al combate
Espadín de batalla empuñado
Pistolas con la pólvora seca,
Amarras de seguridad, firmes y sueltas,
Amor en la boca y odio en el gesto
Nada me detiene
Me lanzo al abordaje
Las piezas de hierro vomitan fuego sobre la cubierta enemiga,
La brisa sopla detrás nuestro,
Los dioses nos son propicios
La victoria está de nuestro lado.