jueves, 28 de julio de 2011

NO HAY PATRIA PEQUEÑA


En memoria de Carlos Iván Degregori Caso (1945-2011)


Qué es la patria

Y teorizo,

Más allá de una comunidad imaginada,

Una historia forjada en victorias pírricas

Y grandes tragedias colectivas,

Una patria escasa de héroes y abundancia de cobardes,

Tierra arrasada, de dignidades mancilladas y traiciones.


Qué es la patria

Y observo

Esa señora misteriosa,

De presidentes enanos y caudillos empinados,

Ataviada desnudez con sedas blanquirrojas

Y charreteras militares,

Ídolos fabricados,

Y chamusquina revestida

De egos colosales.


Qué es la patria

Y me pregunto

Hoy que celebramos con banderas y fanfarria militar,

Marchan tiesos los soldados,

Y en el estrado de honor

Gordos mandatarios y dóciles ministros

Lanzan sus eructos de poder,

Mientras los congresistas juramentan disciplinados

Al tintineo de unos soles,

Pensando sus emolumentos antes que en el deber ciudadano,

Qué tales hijos de puta.

Nuestros padres de la patria.


Qué es mi patria

Y me respondo,

Nada convencional

Asimilable de las viejas tradiciones,

No son las prédicas patrioteras

Ni los textos escolares

Que hacían sagrado un pasado adulterado

Y personajes tan falsos

Como los etéreos discursos

De los viejos dictadores…,

Y de los nuevos.


Mi patria es

-Perdonen mi congoja-

No solo las fosas clandestinas,

Ni los índices Dow Jones que cierran en azul

Mientras millones se van a la cama sin comer,

La patria es

También

La banderita de papel colocada sobre la casita de cartón,

Los rostros sonrientes de los niños de mi escuela en arenal,

La mano encallecida del anciano que se fue a votar

Porque tal vez creyó que el cambio era posible

Aunque no le quede tiempo para verlo el mismo.

Mi patria es,

A veces,

Esquiva,

Como el susurro leve de la suerte,

Tan solo una promesa,

Un sueño­ nacional

De patria grande,

Pues para los auténticos patriotas

No hay patria pequeña,

Es esa patria que llevamos dentro

Sin necesidad de escarapela,

Apenas el vuelo libre de una gaviota

Sobre el mar gris y en el cielo opaco.


FUGA

Sobre mi patria doliente

Flamea la esperanza,

Se atizan los fuegos casi extinguidos de la justicia,

Renace la alegría

Como la ilusión de decirnos

Peruanos,

(“¡Piruanos! ¡carajo!”)

Y en algún lugar de esta tierra

Se escucha renovar ese voto solemne

Que la patria al eterno elevó.