Cuántos días han de transcurrir
Para mirar nuevamente el sol
Reflejado en tus pupilas?
Cuántas semanas debo recorrer
El camino empedrado del olvido?
Cuántos meses, por cuánto tiempo se hundirán las horas como las afiladas piedrecillas en la planta de mis pies?
Cuánto más debo aguardar para verte aparecer,
En el fondo de la calle,
Radiante como una sonrisa.
Cuántos años deberás
Cubrir mi recuerdo,
Como los muebles de la vieja casa,
Para protegerlos del polvo y la patina del tiempo.
Qué es el amor,
Sino la suave pendiente de la vida,
Por donde ruedan los guijarros
Del recuerdo,
Allí, ese pequeño rincón,
Donde por enésima vez, la pequeña araña,
Teje su esperanza.
De qué hablamos
Cuando hablamos de amor,
Es la espera amor?
Es la paciencia amor?
Acaso soportar la distancia es amor?
Dime tu, si no es amor
Desvestirse en medio de la soledad oblongada de mi cama
vacía de tí,
y abrazarme a la almohada
Para soñar contigo,
Para holgarme contigo,
Para besar el viento que se cuela por la ventana,
Para celebrar en silencio tu cumpleaños.
Lo único que sé
Antes que mis ojos apaguen la noche,
Es que al evocarte,
se enciende el candil eterno de tu amor,
esa luz inmarcesible que ilumina
mi corazón entero.
