domingo, 15 de febrero de 2009

La muerte de Cupido


Ha pasado el sábado,
En las calles se acumulan los restos de borrachos y del amor,
Desperdigados como colillas y esquirlas de botellas, uno que otro condón,
Y un olor que evoca diversión,
Pues qué fue ayer, sino una parodia del amor,
Con tarjetitas on line, canastas de flores y chocolates,
Citas, unos tragos para calentar la noche,
Y luego el amor.

Tras el amor, la despedida,
No hay más estampitas de Cupido,
Ni alusiones al San Valentín de quien pocos conocen su real historia,
Nada que recuerde que fue un 14 más, que podía ser 28, o 54;
Nada que recuerde las promesas hechas, los votos actualizados,
El amor, que condiciona, que limita su tiempo al aqui y ahora.

Y es que el amor asi entendido sólo pasa por la festividad, el jolgorio,
El ritual alegre de los besos y los cuerpos efímeros,
Como la lluvia que toma desprevenidos a los amantes al descubierto
En la noche de la conquista.

Todo quedo atrás,
Vuelve la rutina, los teléfonos quedaron mudos,
las cabinas de Internet vacías de risas y suspiros.
Allí, colgado de unos globos en forma de corazón,
A la salida de una disco esta Cupido,
Solitario y mecido por el viento de la mañana,
A espera del siguiente año.

Viva el amor!.