Chile
Gaviota herida,
Tu que dejaste tu estela sangrante sobre el cielo azul
Enciende las fumarolas de tu protesta silenciosa,
Diles Salvador,
Como en tu epitafio
Que jamás dejaras caer tu enseña
Ante la ignominia, el abuso y la felonía,
Diles Pablo, grande y bueno,
Que tus poemas seguirán volando
Como palomas surgidas de tu pecho,
Diles Miguel,
Que siempre ataste tú arado a la estrella,
Y que aun cuando arranquen las flores
Los asesinos jamás podrán detener la primavera.