Que resopla entre las sombras como un fuelle
Silba la aurora en mi memoria
Y el torrente de luz inagotable
Manantial secreto
Donde te has bañado dos veces,
Desnuda y sola.
Apenas es un pálido arroyuelo
Donde discurre la vida.
Camino, despacio, sin apresurarme
Extasiado con ese licor hirviente
Que me vuelcas en tus besos,
¡Oh diosa!, que navegas en los manglares de mis sueños,
Dime que aquí debo aflorar mi sedentaria alegría
Abre tus brazos bañados por la luna
Obséquiame el perfume de tu rosa,
Señala a tu lado la pascana
Donde he de yacer
Al final de este viaje.